Se denomina colores primarios a aquellos colores básicos que no se pueden producir a partir de la mezcla de otros y con los que es posible mezclar una mayor gama de tonos.
Los colores secundarios son tonalidades perceptivas de color, que se obtienen mezclando a partes iguales los colores primarios, de dos en dos.
Se conoce como círculo cromático o rueda de colores a la representación gráfica, ordenada y circular, de los colores visibles por el ojo humano.
Los colores complementarios son aquellos que están ubicados en el extremo opuesto del círculo cromático y, por lo tanto, se complementan.
Los colores armónicos son aquellos que se encuentran en la misma sección del círculo cromático y por ello comparten unas características de color comunes.